Un personaje de los más grandes en la historia del cine en español

Mario Moreno fue un actor y cómico de origen mexicano, que nació en 1911. El personaje que lo hizo mundialmente famoso fue el de Cantinflas, y este hizo que su carrera actoral alcanzara el reconocimiento por su caracterización. Mario Moreno, además, participo en campañas de cómicos ambulantes e hizo parte del circo Jalapa, desarrollando allí todo tipo de trabajos, incluyendo papeles pequeños.

La fama lo alcanzo cuando llego a ciudad de México y allí fortaleció, no solo su parte de comediante, sino  que comenzó a crear y personificar el personaje que lo hizo mundialmente reconocido  y así consiguió ser para 1930 el cómico más famoso del país. Su vida profesional lo llevo a conocer a su primera esposa, Valentina Subarev, actriz  de origen ruso  y con quien tuvo su único hijo, Mario Arturo.

Para 1936, la vida actoral de Mario Moreno toma un giro y comienza una serie de grabaciones en cortometrajes, pero solo hasta 1940 le llego la fama definitiva con la película “Ahí está el detalle”, en cuya trama Cantinflas se salta las convenciones sociales, logrando cambiar el veredicto del juez. El actor, con sus casi cincuenta filmes, batió récords de recaudación en las salas de exhibición hispanoamericanas durante tres décadas seguidas.El actor mexicano participo en muchas películas no solo mexicanas sino también estadounidenses, españolas como: La vuelta al mundo en ochenta días (1957), Ni sangre ni arena (titulada en Estados Unidos Neither Blood and Sand) y El gendarme desconocido (1941),  el largometraje español Don Quijote cabalga de nuevo, El bolero de Raquel (1956) y El padrecito (1965), el primer largometraje que el actor rodó en color. 

Mario Moreno es un personaje memorable, recordado y reconocido por su trabajo actoral. El más grande que haya podido ver el cine mexicano y en general el cine en español. Su reconocimiento ha llegado a tocar las sociedades dejando en el humor “cantinflismo”, sus interpretaciones denunciaban las desigualdades sociales y la insolidaridad, en la vida real realizaba obras caritativas y llegó a montar una oficina para los necesitados. También lo caracterizaba el juicio y la crítica contra la sociedad pueblerina, la aristocracia, y por ende el sello de la autenticidad sobre lo falso, caracterizado por decir la verdad en forma sarcástica.